Estos pitufos, insisto, no son azules, ni de color cobrizo como los pueblos amerindios, son de un blanco pálido, propio de los indígenas oligarcas xelajulenses.
Las tradiciones amerindias, afroamericanas y europeas fueron reclamadas por los creadores latinoamericanos e inspiraron novedosas tendencias de vanguardia durante los años 20 y 30.