Los retardadores comerciales más aceptados para las vulcanizaciones con azufre son el ácido salicílico, ácido benzoico, anhídrido ftálico, y la tricloromelamina.
Se señalan como principales responsables de la actividad antibacterial a los flavonoides galangina y pinocembrina, derivados de los ácidos benzoico, ferúlico y cafeíco.