Son pocos, comparados con la masa que existe enajenada y enajenadora, pero los chicos cantautores están en el momento de la recuperación de nosotros mismos.
Pero estas metáforas, y estos abordajes simplistas y enajenadores tienen razones de ser, no son aleatorios ni tampoco fruto de un plan maligno diseñado en las salas de redacción.
