Los textos en prosa son difíciles de clasificar: descripciones, situaciones, anécdota, simulaciones o parodias de tipos textuales muy formales (el escolasticismo).
Del mismo modo, hemos tenido énfasis como el monasticismo, el escolasticismo y el institucionalismo, entre otros; todos han sido indicadores de la misma ausencia de poder espiritual.
Si persistimos en un enfoque convencional sobre estos desarrollos, nuestra cultura tradicional será barrida como el escolasticismo lo fue en el siglo dieciséis.
Lo que todo esto quiere decir es que con el advenimiento del escolasticismo y de las universidades en que se desarrolló, aparece en escena una nueva comunidad hermenéutica.