Fueron varias horas las que permanecieron en la zona los cuerpos policiacos, resguardando la bodega que fungía como casa de seguridad de los plagiarios.
Si emplea un razonamiento que usaron otros, le llaman plagiario, aunque señale las fuentes de su sabiduría; si omite señalar las, por harto vulgares, lo acusan de improbidad.