Reforzando estas desviaciones (que estimulan la corrupción y la venalidad), los' partidos' son personalistas (también lo es la administración pública).
Donde impera la justicia social observamos que campea la corrupción, el latrocinio, la venalidad, la pobreza y la miseria más indignante para cualquier persona de bien.
El apoyo de algunos intelectuales insinúa que las principales lecciones que se pueden sacar del congreso son sobre la hipnosis colectiva o acerca de la venalidad del mal.
La avaricia, en efecto, vino a subvertir la lealtad, la honradez y demás virtudes, introduciendo en su lugar soberbia, crueldad, indiferencia religiosa, y venalidad de todo lo existente.