Sin embargo, el cultivo nauseabundo de ideas que la cultura represora sostiene, tiene algunas características que merecen destacarse, y luego, casi enseguida, descartarse.
Salo... esta considerada a nivel general como un fuerte grito de critìca al poder totalitario y su vocación represora representada en el sadomasoquismo.
Esa madre castradora y represora, ese posible asesino, en teoría un extraño, aparecido de ninguna parte, ese motel... hasta tenemos pájaros de taxidermista disecados.