Porque cuando lo hagamos, con toda seguridad empezaremos a poner los cimientos para solucionar el problema que la ciberadicción puede suponer para nosotros y, muy especialmente, para nuestros hijos.
El profesional tuvo en los últimos años pacientes con una patología que, desde su punto de vista y más allá de lo que opinen los detractores, sufren de ciberadicción.