La presencia de dolor abdominal cólico, vómito bilioso, distensión abdominal, ausencia de deposiciones y el antecedente de una laparotomía previa sugieren el diagnóstico.
Pueden también aparecer úlceras del estómago o el intestino, que pueden causar deposiciones sanguinolentas o negras, con más frecuencia en niños que en adultos.